Homenaje a Bertha
No tengo tiempo, otro día, es que llevo prisa. No tengo tiempo, voy al trabajo. No tengo tiempo, perdón, mejor para la otra.
Son las tres de la tarde y la gente que pasa pone de excusa la falta de tiempo, y se sigue, sin opinar sobre ella. El calor de la tarde golpea con fuerza a quienes caminan sobre la calle Río Sena, algunos de ellos son vecinos, otros, en su mayoría, trabajadores de la colonia Cuauhtémoc en la Ciudad de México.
¿La conoces, la habías notado antes? Casi nadie sabe de quién es o de qué se trata, la han notado, pero ignoran siquiera de su nombre.
Se trata del “Hombre mirando al infinito, homenaje a Bertha”, escultura del artista plástico José Luis Cuevas (Ciudad de México, 1934). Inaugurada en diciembre del 2000 en la plaza Necaxa, justo en la esquina de Río Sena y Río Pánuco, y muy cerca de la glorieta de la Palma en Avenida Reforma, la obra es un homenaje a la difunta de Cuevas, Bertha. El artista, quien recién cumplió los 81 años, es quizás conocido por sus ilustraciones y esculturas de bronce, siendo una de las más grandes y reconocidas “La Giganta”, que se encuentra en el patio del museo José Luis Cuevas (La Academia 13, centro histórico.
Antes de la muerte de Bertha, Cuevas no escatimaba oportunidad para dibujar y retratar a su entonces esposa, cariño traducido en producción artística. Pero más allá de la intenciones y motivos del autor ¿cómo es que son apropiadas las obras por quienes las miran, tocan y reconocen desde el aprecio, bien desde el ninguneo? ¿Qué es lo que se apropia de estas obras y cuándo las hacemos significativas para nosotros?
Los espacios y las obras terminan siendo cargadas de poco o mucho sentido por quienes las reconocen. Aquí, siete personas que iban pasando frente al “Hombre mirando al infinito”, y que sí tenían tiempo para hablar de ella, deciden asignarle un sentido después de haberles preguntado: Imagínate que te encargan hacer una película, escribir el guión por ejemplo, y tu personaje principal es esta escultura, ¿de qué iría tu historia?
Algunos intrigados por la pregunta se pusieron a mirar, imaginar, y le asignaron un preámbulo de sentido a la escultura.
Miguel Ángel
Trabajo aquí, desde hace 8 meses y la escultura ya tiene tiempo. Yo vivo en la Colonia Santa María la Rivera y por aquí, es un paso muy de paseo, y demás. No sé de quién es la escultura, le hace falta una placa, pero parece que es un fraile. Pues haría una película sobre San Francisco de Asís, es lo que me recuerda.
Vanesa
Vivo y trabajo por aquí, ya había notado la escultura antes, pero no sé de quién es. Es una persona sentada. Haría la película de un hombre que se encuentra en una disyuntiva en su vida personal y que por primera vez, voltea al cielo a pedir ayuda a Dios, porque no era creyente.
Vanesa
Trabajo por aquí, ya la había notado pero no sé de quién es. Es como una persona sentada en una piedra o algo así. Pues yo la haría como romántica, una historia que se hizo con base en una persona que se quedó esperando su amor, con algún tipo de superstición de las personas que tienen del amor, de una mala racha.
Mía
Yo vivo por aquí, sí la había notado, no sé de quién es, pero sí sé cómo se llama: “monumento a Bertha”. Mi historia sería de un vago que vive en la escultura, vive dentro de ella, y derriban el edificio de al lado, y se cae con el temblor del derrumbe.
Hugo
Trabajo por aquí, no la había notado porque paso del otro lado. Creo que es… no sé, no tengo idea. Pues no sé, probablemente podría ser de una madre que probablemente, alguno de sus hijos, se haya ido a algún lado, por ejemplo al extranjero a probar suerte. Y entonces es el reflejo de muchas madres o muchas esposas que se quedan esperando que al final regresen con bien, con salud, triunfantes.
Axel
Trabajo por aquí, sí había notado esa escultura, no sé de quién es. Sólo veo a alguien mirando al cielo porque está mirando hacia arriba. Sería algo de Aliens, sí, porque está viendo hacia arriba, tan diferente. Sería como de una mujer, y ella cree que de alguna manera no es de aquí, cree que es un alienígena, se pregunta qué hay más allá y por casualidades de la vida, resulta que sí es Alien.
Nicole
Vivo por aquí, sí había notado la escultura, no sé de quién es, y supongo que es una señora mirando hacia arriba. Una historia sobre alguien que se tuerce el cuello y nunca lo puede mover. Y se casa y se muere, sin hijos, porque nunca los puede ver, por el miedo a nunca verlos, entonces ni modo que los cargue y cuide a diario, ella no podría encargarse de ellos. Su esposo es un jugador de hockey -porque me gusta mucho el hockey- pero se casa y se muere sin hijos.
Por: Ulises Vera
Hombre mirando al infinito. Homenaje a Bertha Tomada el 10 de abril del 2015; 3:15pm
@Ulysses_Vera
"Este articulo fue publicado originalmente en www.masde131.com"



